martes, 29 de septiembre de 2020

 

El psicólogo como terapeuta sexual

Las respuestas sexuales fallan muchas veces por razones emocionales. La conducta sexual, las fantasías... siempre tienen un impacto individual en la persona. Puede sentirse satisfecha y relajada o, quizá la ignorancia, la culpabilidad, los deseos ocultos, producen una ansiedad que entorpece la respuesta sexual. De hecho, gran parte de las disfunciones sexuales tienen causas psíquicas y la mayoría pueden tratarse con éxito. De ahí la importancia que tiene la terapia sexual llevada a cabo por el psicólogo especialista en sexología.

Fue Wolpe (1958) el que afirmó que la mayor parte de los problemas sexuales derivan de unas actitudes negativas del sujeto ante la actividad sexual, lo que produce una ansiedad condicionada ante la actividad sexual que inhibe la respuesta sexual del individuo. La resolución de estos problemas pasaría, por tanto, por una corrección de las actitudes erróneas del sujeto y por algún tipo de terapia educativa o conductual dirigida a eliminar los mitos y prejuicios así como disminuir la ansiedad.

Los problemas de salud sexual provienen de situaciones (personales, de la relación de pareja o sociales) que deberían identificarse y darle un tratamiento adecuado. Actualmente se recomienda un enfoque donde se dé relevancia a los síntomas o síndromes clínicos que alteran la salud sexual del individuo o de la relación de éste con su pareja. Los problemas sexuales pueden tener diferentes causas (orgánicas, psicológicas y sociales) y es donde el terapeuta sexual tiene que descartar y valorar las diferentes incidencias.



El terapeuta sexual ha de realizar inicialmente una evaluación de la conducta sexual, la historia del problema y al final valorar un diagnóstico con un posible tratamiento. Muchas veces superar el sufrimiento en secreto de la persona que presenta o cree presentar un problema sexual es el inicio de la solución. El terapeuta sexual descarta inicialmente si el problema sexual planteado tiene una causa médica y si sospecha que pudiera ser así lo derivará al especialista médico pertinente (urólogo, ginecólogo, andrólogo...). Si se descarta una patología orgánica se continúa la terapia sexual y se intentará modificar un problema de comportamiento.

Un problema sexual existe cuando un individuo realiza una actividad sexual que le hace sentirse infeliz o coartado en su libertad o si la misma representa alguna molestia o algún peligro para sí mismo o para las demás personas de su entorno o grupo social de referencia, pudiendo estar esta anormalidad relacionada causalmente tanto con alteraciones orgánicas, como con anomalías o trastornos funcionales o psicológicos. Los principales problemas de salud sexual se pueden englobar en:

  1. Alteraciones del funcionamiento sexual (disfunciones sexuales): deseo sexual hipoactivo, aversión sexual, disfunción orgásmica, dispareunia o dolores sexuales. En la mujer estarían la disfunción de la excitación sexual, vaginismo y en el hombre la disfunción eréctil y la eyaculación precoz. Se engloban la mayoría de los problemas sexuales y se sitúan en las diferentes fases de la conducta sexual (deseo, excitación u orgasmo).
  2. Trastornos del vínculo afectivo (parafilias): exhicionismo, fetichismo, frotaurismo, pedofilia, masoquismo y sadismo sexual, travestismo fetichista y el voyerismo. Son conductas menos frecuentes en la población.
  3. Comportamiento sexual compulsivo: búsqueda de parejas múltiples, fijaciones, aventuras amorosas y comportamiento compulsivo en la relación. Conflictos de identidad de género: disforias en la niñez, adolescencia o la edad adulta e intersexualismo.
  4. Relacionados con la violencia y victimización: abuso, acoso y violación sexual, fobias sexuales y otras condustas de riesgo. Son conductas que se realizan o sufren mediante una actividad sexual con otra persona sin su consentimiento

 

Salud sexual

La salud sexual hace referencia a la experiencia como proceso continuo de bienestar físico, psicológico y sociocultural relacionado con la sexualidad. La salud sexual se observa en las expresiones libres y responsables que propician un bienestar armónico personal y social, enriqueciendo la vida individual y social; no se trata sólo de la ausencia de disfunción, enfermedad o discapacidad.

La OMS define la salud sexual o la sexualidad sana como la aptitud para disfrutar de la actividad sexual y reproductiva, amoldándose a criterios de ética social y personal. La ausencia de temores, de sentimientos de vergüenza, culpabilidad, de creencias infundadas y de otros factores psicológicos que inhiban la reactividad sexual o perturben las relaciones sexuales. Y la ausencia de trastornos orgánicos, de enfermedades y deficiencias que entorpezcan la actividad sexual y reproductiva"



Historia de la sexología científica

El antecedente más claro de la sexología científica fue S. Freud (1856-1939) quien postuló la primera teoría sobre el desarrollo sexual progresivo del niño con el que pretendía explicar la personalidad normal y anormal, asignando a la sexualidad un papel determinante de otras conductas del ser humano, y valoró el deseo sexual, consciente o inconsciente, como condicionante de la salud individual y de las patologías que esta podría generarle. Igualmente, H. Ellis (1859-1939) se enfrentó a su época afirmando que la masturbación era una conducta habitual y lógica en el individuo, que la homosexualidad era una cuestión de grado, que la ausencia del deseo sexual en la mujer decente era un mito y que muchos problemas sexuales tenían un componente psicológico.



De hecho, la investigación de la sexualidad no comienza hasta mediados del siglo pasado. A. Kinsey (1894-1956) y los sucesores del instituto que lleva su nombre analizaron mediante entrevistas los diferentes comportamientos sexuales en los que observaron las diferencias entre el comportamiento socialmente deseado y exigido con el comportamiento real. W.H. Master y V.E. Johnson (1966) valoraron en el laboratorio y con diferente instrumental la fisiología y clínica sexuales y diseñaron tratamientos novedosos en los problemas sexuales que actualmente siguen en vigor.

Otros informes de entrevistas relevantes fueron los de Hite (1976) donde se resumen las conductas y actitudes sexuales. En España una encuesta sobre el comportamiento y actitudes sexuales de los españoles fue realizada en 1988 por C.A. Malo y colaboradores donde se recogen diversas conductas sexuales de los españoles. F. López publicó en 1995 las conclusiones de otro estudio sobre las conductas sexuales españolas indicando la alta prevalencia de abusos sexuales en menores

 

video conferencia 

¿Por qué nos avergonzamos tanto de nuestros cuerpos?

Cuando sentimos vergüenza esto es algo conocido y del presente, pero tal vez sería bueno remontarnos a una etapa que no nos acordamos para entender por qué nos avergonzamos. Durante nuestro primer año de vida, las relaciones que tenemos con el mundo adulto son positivas, todo lo que hacemos es aplaudido por los padres, familiares o amigos y esto nos da la seguridad de que las cosas van de maravillas. 

La razón por la cuál la vergüenza es tan poderosa se debe al momento puntual en que comienza a gestarse, es decir, cuando aún somos unos pequeños, dependientes de los cuidados de los demás. Si perdemos la conexión con estas personas, nos quedaremos sin comida, sin refugio, etc.

Esto quiere decir que es importante porque permite mantenernos con vida (por más de que esto parezca demasiado extremista o radical). Basándonos en el hecho de que el trabajo del cerebro es permitir la supervivencia y no aportarnos felicidad, se entiende a la vergüenza como una manera de sentirse culpables por no acatar las órdenes de los superiores.

 Hola a todos, me presento, mi nombre es Yasenka San Martin Sagredo. Soy de la comuna de Papudo, 5ta Región. Curso 2do año de la carrera de Psicología en la Universidad de Playa Ancha. Les doy la mas cordial bienvenida a mi blog especialmente diseñado para ustedes, en el cual publicare información, tips y artículos sobre la Psicología de la Sexualidad. 

¿Qué es la Psicología de la Sexualidad?

Es la disciplina que estudia el Hecho Sexual Humano desde todas sus perspectivas, filogenéticas, ontogenéticas, antropológicas, socioculturales, fisiológicas, pedagógicas, clínicas e investigativas. La sexología, como ciencia y como profesión, tradicionalmente ha implicado en un enfoque multidisciplinar y/o lo interdisciplinar, a un gran número de disciplinas y especialidades médicas y humanísticas, abarcando, todos los aspectos de la sexualidad pero actualmente se considera constituida como una disciplina que tiene aplicación práctica tanto en el asesoramiento terapéutico como en la educación.





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